martes, 30 de octubre de 2007

Impune

La mano ingresó al vagón ese día, como era su costumbre a las 8:45 de la mañana.
Giró sobre ella misma, dejando a la vista el reloj barato adquirido el día anterior en algún mercado persa. Se crispó ante la vista del relieve trasero de una desconocida joven. Se quedó en silencio ante la exclamación de quien se siente ultrajada. Se guardó rápidamente en la chaqueta de cuero de la cual sobresalía.

Jamás pagó por su crimen.



Maria Teresa Bertucci
20 años
Finalista Santiago en 100 palabras 2007

2 comentarios:

©Claudia Isabel dijo...

Interesante historia, que nos muestra como se puede hacer un relato bueno con pocas palabras.

CaleidoscópicaCaracola dijo...

que preciso.
es una hermosa manera de escribir algo tan descarado y feo (porque de verdad da impotencia)...


saludos.