Con un nudo de tripas y amor, no puedo dejar de pensar en ti. La droga ya no me sirve,
no me basta verte en sueños y tengo que hacerlo con mis dedos, con mi piel, por eso
no te puedo dejar ir. Perdóname por llegar tan tarde, la demora movió tus sesos a otro
cuerpo y eso me tiene deshecha. Cerraría una y otra vez tu mano contra mi rostro para
sentirte de nuevo; te juro que no puedo sacar esa tarde de mis canas. Porque tenías
que tomar mi cabeza, coquetearme insistentemente con esos ojos que sabes que no
puedo esquivar. Ahora bien, ver tanta televisión creo que me nubla la vista, me mata el
pensamiento, me rompe el alma. Tengo las piernas dormidas de tanto invocarte en mi
cama, con un beso ciego en el aire de mis noches, mirando las estrellas y llorando por
siquiera una aparición tuya bajo mi ventana.
19 años